Tres continentes, veintitrés países, y una rica historia de intercambio cultural y comercial que se remonta a milenios. La influencia de la región mediterránea se expande a nivel mundial, en todos los ámbitos, y el interiorismo no es una excepción.
Por eso en La Albaida reivindicamos que los espacios que creamos nos conecten con nuestra forma de entender la vida, alegre, cálida, acogedora, y que nuestros interiorismos promuevan que nuestros clientes, sean de la nacionalidad que sean, perciban en su vivienda una conexión con el entorno que nos rodea y con la herencia cultural de nuestra región.
El estilo mediterráneo también puede abrazar el diseño de las viviendas contemporáneas más actuales y vanguardistas. Se trata de reinterpretar la cultura y la tradición desde una lógica contemporánea, y de una manera muy sutil buscar la conexión local. En cualquier caso, ir a la esencia, despojándose de barroquismos o excesos estéticos innecesarios, es una de las claves del look mediterráneo. Espacios donde nada sobra, pero tampoco falta. Además, ya que el Mediterráneo es una mezcla tan ecléctica de regiones y culturas, “ecléctico” es la clave para conseguir una sensación mediterránea en nuestros interiorismos. Otros puntos importantes a tener en cuenta para reconectarnos con nuestra esencia son los siguientes:
La conexión con la naturaleza
Los hogares situados en esta parte del planeta han estado históricamente diseñados para sacar el máximo partido del entorno que les rodea. Los espacios habitados se expanden sin limitaciones entre el interior y el exterior. Los porches y terrazas son fundamentales para disfrutar de nuestro clima privilegiado. Y la naturaleza, con su vegetación y el azul del mar, pasa a formar parte del interiorismo en la paleta de color y en los materiales empleados, creando atmósferas serenas, refrescantes y desenfadadas.
La artesanía
En el corazón de la estética mediterránea hay un enraizado sentido de lo artesanal. La artesanía ha sido parte de la herencia cultural en esta región durante miles de años, y unos cestos trenzados, textiles naturales o unas piezas en cerámica tienen el poder de conectar de manera sutil un espacio contemporáneo con las civilizaciones milenarias que habitaron antes aquí.
La luz
Los ambientes mediterráneos se caracterizan por potenciar la entrada de la luz natural. Por eso siempre apostamos por utilizar cortinas claras, de tejidos ligeros, vaporosos y naturales como el lino y el algodón, que permitan el paso de los rayos solares, matizándolos ligeramente. Además el blanco y los colores neutros deben prevalecer para potenciar la luz y para crear un ambiente relajado.
De esta forma el espacio dará sensación de amplitud y libertad, algo muy asociado con la cultura mediterránea. Sin el blanco no se entendería el look mediterráneo, pero tampoco sin los toques de color. En las piezas secundarias y en los accesorios nos encanta introducir contraste jugando sobre todo con toda la gama de azules, pero también con verdes, amarillos o rojos.
Ambiente relajado
La utilización de piezas de mobiliario que te den la bienvenida y te inviten a relajarte se traduce en ambientes apacibles en los que se respira un plus de tranquilidad. El confort de lo necesario. No sobrecargues de muebles o accesorios tu vivienda. Ten en cuenta que el sentido del tacto también juega un papel importante en el interiorismo, y la belleza de las texturas naturales nos ayuda a conseguir esa sensación de vida relajada, desenfadada. Para conseguir esa conexión con la esencia mediterránea nos puede bastar con introducir texturas que hagan contraste con las líneas más puras y depuradas del estilo contemporáneo.
En un mundo cada vez más digitalizado, rodeados de objetos producidos con precisión milimétrica, necesitamos más que nunca que los espacios nos conecten con la esencia, que nos permitan encontrar la calma, y buscar la conexión con nuestra herencia cultural Mediterránea es una buena manera de lograrlo.
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Equipo de interioristas de la La Albaida |
