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‘¿Estás enamorada con el alma?’, por Juande Serrano

‘¿Estás enamorada con el alma?’, por Juande Serrano

Cuando iniciamos una relación la mayoría somos conscientes que la intensidad del enamoramiento por sí solo es una borrachera de los sentidos y que esa explosión hormonal del inicio acaba con los meses o, cuando mucho, en uno o dos años. Aunque últimamente esta duración a veces se ve limitada por el consumo frenético y espasmódico ante la oferta que se piensa que se está perdiendo en el deseo eternamente insatisfecho.

Y sí, ciertamente el eternamente insatisfecho es nuestro deseo que siempre vivirá de la carencia, de lo que no se tiene, ya resuena eso de que cada cual desea lo que no tiene. Además, luego está la ley del deseo que carece de normas, y que encima quién la incumple se condena al recuerdo eterno de lo nunca vivido…

Ahí estamos todas, intentando ensanchar la vida, intentando vivirnos el amor, intentando sentirnos vivas con cada relación, con cada experiencia que nos lleva al amor.

Haces bien en no conformarte, haces bien en querer ser lo más, haces bien en que nada te distraiga de sentirte apasionada por lo que eres y por lo que ofreces.

Porque el amor es el principal argumento para la vida, y nos sentimos muertas muchas veces con nuestras parejas zombis…

 

«Ya que si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida»

Por eso, ahora más que nunca, porque se nos acaba el tiempo, es necesario salvar lo que tenemos, nuestra historia de amor, nuestra relación y renovar el amor entusiasmado. Ya que si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida.

No te voy a engañar a este respecto, llevamos tiempo tratándonos y ya somos más viejos y sinceros para decirnos las verdades a la cara. Te diré que puedes escapar si te enamoras de lo que ves a simple vista, pero si tu alma entra en conexión con otra y decide no soltarla, no tendrás a dónde correr, ya no habrá mucho más que buscar, ni que esperar. Te encontrarás en un estado del cual no querrás desprenderte.

Sí, ese es el amor, quizás hecho obsesión apasionada, quizás pasión obsesionada. Pero amor al fin y al cabo, desear amarlo y sentirte amada por cada una de sus miradas.

 

Y aun cuando nuestra alma sabe de desapegos, dentro de este cuerpo mortal, buscará las formas de anclarse a quien ha desnudado su ser más allá de la clásica intimidad.

De manera que sabrás que te has enamorado del alma de alguien cuando sientas lo siguiente:

  • Paz ante su presencia. El solo hecho de tenerle cerca, te genera tranquilidad, sientes un estado de bienestar. Incluso cuando no estás en contacto directo tu sonrisa evoca su presencia. Esa sonrisa que ocurre al pensarlo o bien ese pensamiento que ocurre al sonreír.
  • Eliges a esa persona a diario a pesar de las diferencias. Logras que la balanza siempre favorezca lo que ese alguien representa, ente sus luces y sus sombras, te quedarás con lo que ilumina tu vida. Como queriendo magnificar sus virtudes y minimizando sus defectos.
  • Procurarás siempre su mayor bien. Esto incluso cuando no te incluya, buscarás la manera de que esa persona se beneficie de tus acciones, tome las mejores oportunidades y se oriente siempre a mantener su bienestar. Esa es la fuerza del amor, la bondad que revierte en ti misma.
  • Admiración. El mirar con el corazón permite apreciar mejor las cualidades, comprender las aristas, empatizar con sus deseos, detallar los talentos, mirar la belleza que va más allá de la apariencia física. Reconocer sus dones, sus esfuerzos, sus fracasos y engrandecer a esa persona cada vez que haya la posibilidad, es una señal más de que te has enamorado de su alma imperfecta.
  • La intimidad es de otro nivel. Los espacios de intimidad no buscan solo un contacto de satisfacción sexual, sino que busca la conexión sublime entre dos seres que sienten que se conectan el uno al otro. En ocasiones no necesitarás ni siquiera tocar a esa persona, para sentir que le haces el amor. Aunque el amor siempre se hace y nunca se limita a decirse.
  • Harás lo que esté a tu alcance para garantizar su integridad. El respeto se hará siempre presente y no será necesario que alguien te esté mirando, para hacer lo que sientes que es correcto. La confianza esconderá a tus celos en el desván de lo olvidado.
  • Cuidarás de esa persona. En todo lo que esto representa cuidarás de esa persona y de la relación que mantienes con ella. Sus cosas cotidianas, lo más básico o lo más complejo, su alimentación, su descanso, su bienestar… serán de tu genuino interés. Todo ello serán caricias que siempre culminarán con la suavidad de tu piel sobre su piel.
  • Amarás de manera incondicional. Éste puede ser el punto más complicado, porque no estamos acostumbrados a amar de esta manera, pero ésta es la única manera real de amar. Más allá de lo que la persona haga, diga u omita, permanecerá el sentimiento que garantiza un lugar especial de ese alguien en tu corazón. Incluso cuando racionalmente decidan alejarse el uno del otro, el amor prevalecerá. Porque tu amor no dependerá de lo que su alma te pueda ofrecer. Lo amarás y punto.

Si has llegado a enamorarte del alma de una persona, te darás cuenta de lo que has vivido hasta ese momento solo parece parte de una preparación, quizás para que entiendas las diferencias entre lo que se siente con amores tradicionales y amores de alma…

Si lo dudas, es porque ese amor no ha llegado a ti, porque una vez que lo vives, una vez que te enamoras del alma de alguien más, solo te queda dejarte llevar, no hay manera de resistirnos, no hay manera de negarnos… Ya no hay nada que buscar…

Cuando lo vivas, disfrútalo y mantén lo más alejado posible a tu ego, que es el único con capacidad de destruirte en ese tipo de amores.

Para la poca vida que nos queda, mi mejor consejo es que la llenes de amor, pero de amor del alma. Disfrútalo, disfruta y disfrútate amando.

En fin:

Piensa lo que quieras.
Haz lo que quieras.
Cree en lo que quieras.
O cuestiona lo que sabes, acepta que no sabes.
Ábrete a aceptar lo que rechazas…
Pero Ama, por encima de todo, Ama.

Ama, y ensancha el alma.

Ama hasta convertirte en lo amado.

Es más, ama hasta convertirte en el Amor.

 

 

img_4144 Juande Serrano

Psicoterapeuta Transpersonal experto en Parejas y duelo

Terapia online 

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