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Dafne Cataluña: «Somos mucho más fuertes y adaptables al cambio de lo que nos imaginamos»

Dafne Cataluña: «Somos mucho más fuertes y adaptables al cambio de lo que nos imaginamos»

Tristeza, apatía, desmotivación y, lo que es aún más grave, depresión y ansiedad son daños colaterales que estamos padeciendo en nuestro entorno desde que comenzó la pandemia de Covid-19. Todos estamos  aprendiendo a vivir en un entorno cada más incierto e inseguro; algo que no es sencillo de gestionar emocionalmente y que se ha convertido en un reto para varias generaciones.Hemos hablado sobre esto con Dafne Cataluña, directora y fundadora del instituto europeo de psicología positiva (IEPP), para interesarnos por la situación actual y cómo puede influirnos lo que estamos viviendo en un futuro. 

 

Esta pandemia nos cambiará en muchas cosas, ¿también en lo psicológico? ¿Servirá para que reorganicemos nuestras prioridades?

En consulta, como psicóloga observo que hay un tanto por ciento de la población que se adapta y otro tanto que se está bloqueando, que necesita más tiempo o herramientas adicionales para hacerse con la situación. Es muy importante respetar esos tiempos, no forzarnos a no ser que estemos viviendo consecuencias importantes.

En relación a los cambios y las prioridades, cuando hemos pasado a integrar la experiencia, he observado con frecuencia momentos mágicos en consulta donde el paciente dice cosas como “sabes, en el fondo, y a pesar de lo duro que está siendo, me alegro de haber estado confinado, porque gracias a eso me he dado cuenta que mi familia es lo más importante para mí, que es lo que realmente me hace feliz, y ahora les dedico mucho más tiempo que antes, ahora soy más coherente con lo que sé que me es verdaderamente importante”. 

Y lo más interesante de todo es que, justo antes de la pandemia, un grupo de científicos empezaron a investigar sobre lo que realmente nos hace sentirnos felices, y la familia era una de ellas. Por eso el IEPP comenzó a investigar también sobre ello, antes y después de la pandemia. Espero poder contaros los resultados de ese estudio pronto.

El siglo XX tuvo la gripe española, una crisis económica mundial devastadora, dos guerras mundiales, en España la civil, el comunismo que dividió Europa en dos y no parece que tuvieran tantos traumas. ¿Somos en el XXI mucho más blandos a nivel psicológico?

Últimamente me hacen esta pregunta con cierta frecuencia. Voy a ser tajante y a decirte que no estoy en absoluto de acuerdo con esa afirmación. Y añado una consideración: Considero un deber moral de los medios de comunicación que informen con un para qué “beneficioso social e individualmente”, me explico. He visto como pacientes han empezado a dudar de sí mismos por una lectura en un periódico, por si son “pesimistas por naturaleza” y lo suyo no tiene solución. Ejemplos como este podría citar cientos. 

No somos blandos, al revés, estamos viviendo una pandemia, y a pesar de ello hay muchas personas que “normalizan” las consecuencias y no muestran afectación psicológica alguna, incluso otras llegan a mostrar lo que se llama crecimiento postraumático, que consiste en extraer aprendizajes y desarrollar habilidades nuevas tras una experiencia traumática… 

Así que te agradezco mucho que hayas incluido esta pregunta, y animo a los medios a alertar y darle relevancia a la salud mental, a los efectos que puede tener no pedir ayuda si no nos encontramos bien. Y al mismo tiempo aliento a dar información que nos ayude a todos a desdramatizar y sentirnos fuertes para afrontar cualquier experiencia que nos toque. Somos mucho más fuertes y adaptables al cambio de lo que nos imaginamos.

Ansiedad, depresión… Pandemias certeras en este siglo. ¿Por qué si lo tenemos todo?

La ansiedad y la depresión crecen exponencialmente hasta tal punto que la OMS ha cifrado en 300 millones de personas en el mundo que la padecen (Fuente: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression). Las causas o variables que influyen no son exclusivamente el nivel económico, es también el estilo de vida que tengamos. 

Si algo nos ha enseñado esta pandemia con el confinamiento es que podemos vivir “felices” sin necesidad de salir tanto a lugares comerciales, donde comprar y consumir productos y servicios constantemente para divertirnos. Antonella de la Fave (profesora de Psicología de la Universidad de Milán) y su equipo están estudiando qué es lo que nos hace realmente felices y ha descubierto que la felicidad más valorada es la relacionada con un estado de paz y armonía, es lo que llamamos en Psicología Positiva bienestar eudaimónico; mientras que la felicidad menos valorada es la momentánea, esa felicidad que asociamos con momentos de placer, pero no de crecimiento personal o de disfrute al involucrarnos en tareas que son motivantes o en las que ponemos en marcha nuestras fortalezas personales.

Por eso, una de las pautas efectivas para combatir la ansiedad y la depresión es que seamos conscientes de cuáles son esas fortalezas psicológicas y que las utilicemos a diario, de esa forma nos garantizaremos una ración diaria de emociones agradables y de sentido vital. en uno de los podcast del IEPP abordamos este tema, puede ampliarse info sobre fortalezas personales aquí: Podcast Practica la Psicología Positiva.

 

En su consulta, ¿qué es lo que más cuida de cara a sus pacientes?

Cuido mucho que aprendan a focalizarse en solucionar sus problemas desde el uso de lo que se les da bien hacer, eso que les ha funcionado en otros momentos o en otras situaciones y que a lo mejor por pensar que la solución está fuera de su alcance o que no tienen esa habilidad ya merman sus posibilidades de afrontarlo con éxito.

Hay una frase de Henry Ford que siempre tengo en mi “caja de herramientas”: “Tanto si crees que puedes como si no, estás en lo cierto”. La percepción de autoeficacia es el primer escalón que nos permite probar cosas distintas, entender el error como parte del camino de aprendizaje y tener el coraje y la valentía de ponernos a probar.

Y otro de los puntos clave es el amor a uno mismo y la actitud compasiva con los demás. Esta fortaleza ha mostrado en diversos estudios que mejora nuestro estado emocional y nuestra salud mental.

Usted es madre y psicóloga. ¿Qué bases son imprescindibles para que un niño crezca sin traumas?

En mi opinión no hay ninguna fórmula o receta perfecta para todas las familias, lo que sí que hay son los ingredientes que se está descubriendo que funcionan.

En mi caso, tanto como madre, como psicoterapeuta, trabajo sobre el equilibrio en dos variables: el amor y la autoridad.

Pongo el amor en primer lugar porque es esencial para que un ser humano crezca con seguridad en sí mism@, que logre aceptarse, quererse y sentir orgullo por cómo es. Y en segundo lugar la autoridad es fundamental para establecer límites, porque el cerebro infantil no los sabe poner, no tiene ese córtex prefrontal desarrollado como para anticipar las consecuencias de su conducta, por eso viven y eligen para disfrutar el momento presente (de ellos podemos aprender mucho en ese aspecto) y es el adulto quien le va guiando para que aprenda desde la experiencia lo que a futuro puede hacerle daño o ayudarle.

La cantidad de cada uno de estos dos componentes es lo que con la convivencia vamos descubriendo cada madre, cada padre y cada hijo o hija, porque cada ser humano es único y tiene unas necesidades diferentes.

¿Se acuerda del best seller “Más Platón y menos Prozac? ¿Nos falta un sentido espiritual de la vida?

Como comentaba antes, actualmente los estudios enmarcados en la PsiPos muestran que la felicidad más duradera o sostenible en el tiempo es la que asociamos a la relacionada con el disfrute y uso de las fortalezas personales.

Autores como Paul Wong (profesor emérito de la Universidad Trent y de la Universidad Trinity Western, Canadá) nos ilustran sobre la importancia de la Psicología Existencial y cómo hablar sobre lo que dá sentido a nuestras vidas nos ayuda a crear un hilo conductor en la historia de vida, a descubrir y sentir ese para qué, que nos hace levantarnos por las mañanas por algo más que porque suene el despertador. 

Martin Seligman (profesor de Psicología de la Universidad de Pensilvania, EEUU) ya lo esbozaba hace más de 20 años, en su formulación de la Teoría de las 3 Vías hacia la felicidad, donde el sentido cobraba un espacio muy importante.

La pandemia nos ofrece una oportunidad para encontrar un nuevo sentido tras la experiencia, cada uno a su ritmo, cuando vea que es su momento. Como decía Viktor Frankl “cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”.

Acerca de IEPP

El IEPP, con su fundadora Dafne Cataluña al frente y un equipo de más de 50 profesionales, es un centro pionero y de renombre en nuestro país que apuesta por la Psicología Positiva con excelentes resultados. Lleva más de 10 años cuidando el bienestar emocional de personas y empresas a través del Método FORTE, un enfoque pionero que se centra en identificar y utilizar de forma equilibrada las fortalezas personales. 

www.iepp.es 

Bibliografía

Delle Fave, A., Brdar, I., Freire, T., Vella-brodrick, D., & Wissing, M. P. (2011). The eudaimonic and hedonic components of happiness: Qualitative and quantitative findings. Social Indicators Research, 100(2), 185-207. doi:http://dx.doi.org.bucm.idm.oclc.org/10.1007/s11205-010-9632-5

Wong, P. T. P. (2020). Existential positive psychology and integrative meaning therapy. International Review of Psychiatry, doi:http://dx.doi.org.bucm.idm.oclc.org/10.1080/09540261.2020.1814703

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