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Maribel Yébenes: «La belleza desde el interior»

Maribel Yébenes: «La belleza desde el interior»

Todos somos el resultado de las decisiones que tomamos en nuestras vidas, de los pasos que damos, de cómo afrontamos los imprevistos e incluso de cómo gestionamos los éxitos y los fracasos. Maribel Yébenes puede mirar su presente y descubrir a través de él que, aunque el camino no haya sido fácil, ganan los aciertos a los errores. El primero, el apostar siendo una niña por un sector, el de la estética, que en aquel momento nada tenía que ver con lo que se ha convertido en la actualidad. Ella puede decir que ha sido pionera y artífice de esa transformación.

Y aun así, habiendo conseguido lo que ha conseguido, ante todo, Maribel Yébenes es una mujer sencilla, elegante no sólo en su aspecto exterior, sino en su forma de ser y de comportarse. Ése es el motivo por el que, tras conocerla personalmente, el título de su cita en Cenas con Chispitas no podía ser otro que “La belleza desde el interior”. 

Que la cara es el espejo del alma, es indudable. Por mucho que nos cuidemos externamente, si no lo hacemos en nuestro interior, tendremos una piel perfecta, pero lo que reflejaremos será lo que tenemos por dentro. Está claro que ser emprendedora, trabajadora, una visionaria en los negocios, le ha ayudado a llegar hasta donde está, pero también su forma de ser y de tratar a las personas. En cualquier evento de los que organiza, se nota que la gente la quiere y la respeta. Y eso es lo que recibió esa noche en 1870 por parte de los comensales con los que compartimos conversación, mesa, mantel y los extraordinarios platos cocinados por Aitor Perurena y su equipo. 

Hablar de trucos de belleza, de alimentación, de tratamientos estéticos, tiene poco de trascendental, pero conocer la historia de Maribel y su punto de vista sobre el culto que existe actualmente a la belleza, me parecía súper interesante. 

Era nuestro último encuentro de esta temporada en Marbella y en 1870. Maribel Yébenes es belleza y el patio del restaurante tenía que estar a la altura de la ponente y del tema. Estefanía Martín de EJ Eventos acompañó con la iluminación en tonos rosa a los centros florales que Virginia Florista diseñó para la ocasión. No pudo quedarse para la cena porque está en unas fechas en las que hay mucho trabajo, pero nos acompañó mientras esperábamos la llegada de los comensales. Fany, que es como conocemos a Estefanía, siempre hace que todo parezca fácil. 

Aitor San José, Ana Porras y Estefanía Martín

Cristal, peonías y velas eran los elementos que destacaban en una noche en la que los asistentes se fueron maravillados por la personalidad de Maribel Yébenes. Algo que ha heredado su hija Myriam, actual directora de los dos centros con los que cuenta en nuestro país y responsable de la expansión de la firma, que ha comenzado hace unos meses en Málaga. 

Virginia Florista introdujo en esta ocasión un elemento más en su apuesta por crear una atmósfera especial, y fue la estructura que tuvimos de fondo durante la entrevista. 

 

Los asistentes

Siempre digo que nos encanta recibir nuevos asistentes, y en esta ocasión nos sorprendió la pareja formada por Iván y Nives Simona. Se dedican a la gestión patrimonial. Son suizos aunque pasan cada vez más tiempo en Marbella, ya que les encanta nuestro clima y nuestra forma de ser. Han vivido en otras partes del mundo, y sin embargo, aseguran que se quedan con Marbella. 

Nives e Iván Simona

Manuel Toledo y Carmen Sánchez movilizaron en esta ocasión a un grupo de amigos que vinieron desde Málaga para vivir la experiencia. Repetía con ellos Sandra Galeote, psicóloga y directora del Centro de Políticas Sociales en Alhaurín de la Torre. Los otros integrantes de este grupo eran Juan Carlos Fernández Pascual, Cuca de las Heras y Antonio Mata.

Juan Carlos Fernández, Carmen Sánchez, Antonio Mata, Sandra Galeote, Cuca de las Heras, Manuel Toledo

Cuca y su marido, Antonio, se trasladaron a Málaga desde Barcelona hace un año. Son empresarios y durante la cena destacaron en varias ocasiones que Málaga les ha sorprendido en todos los sentidos. Algo que comparten con Maribel y Myriam Yébenes, que no se cansan de repetir lo agradecidas que están por cómo les ha acogido la ciudad. 

Cuca de las Heras
Antonio Mata
Juan Carlos Fernández
Cuca y Manuel Toledo

Repetía Lourdes Porras, que estuvo en la cena con Pablo Fernández. Lourdes se me acercó hace unos meses para presentarse, y, sin yo saberlo, somos familia. Me ha encantado que nos encontremos en esta parte de nuestros caminos. Es una mujer con una energía muy especial que, tras muchos años trabajando en la misma empresa, se encuentra en un momento de reciclaje y transformación profesional. La historia y trayectoria de Maribel Yébenes le resultaba muy inspiradora. 

Lourdes Porras

Nadia Meersschaut trabaja en la agencia inmobiliaria Unico Property. Vino con Mari Carmen Vázquez, que se ha trasladado sólo hace unas semanas desde Madrid a Málaga como representante de la empresa Fonte Cristalina. Son amigas de Aitor Perurena, que fue el que los animó a participar en Cenas con Chispitas. 

Mª Carmen Vázquez
Nadia Meersschaut

Volvíamos a recibir a Rocío Vázquez de Travelpop Viajes, que en esta ocasión vino acompañada por su amiga Edu Jiménez. Edu tiene dos centros de estética, uno más centrado en aparatología y el otro, en técnicas manuales.  

Edu Jiménez y Rocío Vázquez

Marisol Serna es de Bilbao pero pasa temporadas en Marbella. Su hija, Yratxe Pérez, vive desde hace 5 años aquí y trabaja en una agencia inmobiliaria en Puerto Banús. Las dos conocían Cenas con Chispitas por las redes sociales y les apetecía vivir la experiencia y también conocer a Maribel Yébenes, ya que han seguido su trayectoria. 

Marisol Serna
Yratxe Pérez

María Hita y Pilar Sánchez nos han acompañado anteriormente. María vive en Madrid, pero al igual que Marisol, Nives e Iván, pasa muchas temporadas en Marbella. Es propietaria de los Colegios Brains, empresa educativa que fundaron hace 40 años, y se encuentra en el proceso de relevo generacional, por lo que guarda cierto paralelismo con la empresa de Maribel Yébenes. 

María Hita y Pilar Sánchez

Pilar lleva muchísimos años viviendo en Marbella, tierra a la que adora, donde se siente muy cómoda y tiene un gran grupo de amigas. Es inquieta y siempre le gusta rodearse de personas que la enriquezcan intelectualmente. Estaba convencida de que esa noche Maribel Yébenes tenía mucho que aportar. 

Pilar Sánchez

Maribel Yébenes vino acompañada por su hija Myriam, que actualmente es la directora de los centros de Madrid y Málaga y responsable de la expansión de la firma. Si Maribel sigue recibiendo a los clientes de Madrid, Myriam pasa gran parte de la semana en el centro de Málaga desde que abrieron en octubre. 

Están muy agradecidas por la acogida que les ha brindado la ciudad, ya que en poco tiempo han tenido que ampliar horarios y personal para poder dar respuesta a la gran demanda. Durante la cena nos contaron que antes de abrir ya tenían una lista de espera de 300 personas que querían una cita. Ni ellas mismas, aunque habían hecho estudios previos, podían imaginar la repercusión. 

Myriam lleva 15 años trabajando junto a su madre. Estudió Derecho y Empresariales pero tenía claro que lo que quería era seguir con la empresa de su madre e implicarse en ella. Por ese motivo completó sus estudios con Enfermería, para poder entender y dirigir la empresa desde todos los frentes. Hace tres años, su madre delegó en ella la misión de liderar el equipo y comenzar el plan de expansión. 

Aseguró que está muy orgullosa de su madre y de todo lo que ha aprendido y aprende a diario de ella. Se les nota esa complicidad como madre e hija, pero también como dos personas que comparten la ilusión por un mismo proyecto y que tienen la misma idea sobre la excelencia.

 

La ponente

Como decía en la introducción, pocos títulos podían englobar tan bien lo que transmite la protagonista de esta cita de Cenas con Chispitas. He tenido la suerte de coincidir con ella en varias ocasiones y es de esas personas que además de estar estupenda por fuera, irradia serenidad y elegancia, y hablo de esa elegancia que va más allá de la forma de vestir, hablo de la forma de actuar, de comportarse, de relacionarse…

Maribel Yébenes es una referencia a nivel nacional en el mundo de la belleza. Y lo es porque fue pionera, innovadora, valiente, una profesional entregada a la excelencia, y ha sabido mantener y conducir todos esos valores a lo largo de 40 años de carrera. 

Era una niña cuando comenzó a formarse pero nunca se conformó con hacer lo que hacían los demás y elevó el sector de la estética siempre con un objetivo: conseguir resultados y dar respuesta a las necesidades de sus clientes. Maribel se ha formado con los mejores, y ha sido pionera en técnicas, en apostar por la medicina estética e integrarla con otros tratamientos, pero también ha sido pionera como mujer. No perdamos de vista que hace 40 años no eran tantas las mujeres que apostaban por su carrera profesional y se decidían a ser empresarias.

Ahora es muy normal y está muy generalizado que nos hagamos tratamientos, que queramos vernos mejor, pero por aquel entonces, un centro de estética básicamente se sustentaba sobre limpiezas de cutis, depilación con cera, manicuras y pedicuras. Pero ella supo ver e ir más allá. 

Se reconoce adicta a las máquinas, pero sólo a las mejores. Siempre le gusta estar a la última. Hasta el punto de que su Instituto actualmente cuenta con un Departamento de Producto y de I+D+I, desde donde buscan y consiguen fórmulas para crear líneas personalizadas de cosmética. 

Maribel ha sido capaz de inculcarle el amor por la belleza a su hija Myriam, que actualmente dirige los centros con los que cuentan en Madrid y Málaga.

Pero además del amor por la profesión, Maribel le ha sabido transmitir esa forma de ser y tratar a las personas. Quizás sea por eso por lo que sus clientes se convierten en amigos y todos las adoran. 

 

La Cena

Era nuestra tercera y última cena, por el momento, en 1870. En nuestro paso con Cenas con Chispitas hemos descubierto, ya no sólo que la fama que tiene Aitor Perurena como cocinero hace honor a la verdad, sino la gran apuesta de todo su equipo por la cocina y el servicio de sala.

Aitor ha apostado porque toda su propuesta gastronómica se base en una cocina sabrosa y que 1870 sea muy acogedor, un lugar donde te sientas muy cómodo. Su patio es particularmente especial, y la zona bajo la higuera, tiene su toque romántico.

Perurera no ha querido nunca tener protagonismo en nuestros encuentros en su restaurante, y, aunque ha salido a dar la bienvenida y a saludar a los invitados, ha preferido meterse en la cocina y deleitarnos con sus platos.

Para esta noche eligió algunos platos muy representativos de su cocina y que son completamente aptos como menú para eventos. Si nosotros estuvimos cenando el jueves, el sábado se celebró una boda en el mismo lugar.

Manuel y Aitor

Gracias Aitor, Andrés, Manuel y a todo el equipo, por ser un equipo de profesionales con muchas «chispitas».

Aperitivos: Bombón de Buey, Ceviche 1870 y Crujiente de Gambón

Entrante: Dueto de Canelón de Setas y su infusión, y Canelón de Centollo y su infusión perfumada de carabineros.

Principal: Carrilladas Ibéricas lacadas en teriyaki

Postre: Brownie de chocolate negro y helado de vainilla

 

La Entrevista

Maribel Yébenes tenía muy claro lo que le gustaba y a lo que quería dedicarse desde que era una niña. Lo que podía haber sido simple coquetería de la edad, era mucho más, era su pasión: “Con 11 años ya me maquillaba y me ponía las gafas de entonces, estilo mariposa, que me parecían preciosas y favorecían muchísimo. Trataba de sacar lo mejor de mí y lo que más me favorecía. Veía revistas de entonces y pensaba en cómo podía favorecer a la gente. Ese interés fue creciendo y me fui formando en las mejores escuelas hasta que por fin me dediqué en cuerpo y alma a esta profesión”.

De hecho, Maribel nunca ha dejado de formarse, y no le importó cruzar fronteras para perfeccionar sus técnicas en la década de los 70: “La Escuela Internacional de Cosmética ofrece 2 títulos: el español y el francés, y a mí me hacía mucha ilusión tener los dos. Entonces fui a examinarme a París y a conocer muchas cosas que me interesaban. Aterricé en algunos institutos de estética donde había hasta 214 esteticistas trabajando; eso no se ha visto ni se va a ver nunca más. Aprendí cuál era la disciplina y aprendí de la alta cosmética mediante cursos con grandes profesionales, para ponerla en práctica en España, ya que hasta los 80 no existía en nuestro país”.

Entonces, con este bagaje profesional, decidió abrir su propio centro de belleza y estética en Madrid: “Toda mi ilusión era tener todas mis horas ocupadas aunque al principio no era así. Poco a poco fui creciendo, sobre todo por el boca a boca, porque antes no existían o no se conocían tanto los métodos del marketing. Todavía recuerdo a mi primera clienta, una mujer mayor que iba a visitarme con sus 2 hijas; eso nunca se olvida”.

Gracias a la vocación, al esfuerzo y al buen hacer, se fue haciendo un nombre en el campo de la estética, no sólo en Madrid, sino a nivel nacional: “Notaba que venía a verme gente muy conocida de Madrid y el reconocimiento de la alta sociedad, para mí era muy importante, un honor. Venían casi todas las semanas porque les gustaban mis tratamientos y mi forma de trabajar, porque era muy avanzada para la época y utilizaba muy buenas cremas. Incluso recuerdo cómo algunas clientas se asustaban al principio por las mascarillas que les ponía porque eran plastificadas y no estaban acostumbradas”.

Con los años, además de la alta sociedad madrileña, empezaron a acudir al centro de belleza de Maribel Yébenes numerosos personajes famosos: “Fue a raíz de mi primera entrevista, cuando tenía 28 años, en la revista Blanco y Negro de ABC. Me fui haciendo conocida por las técnicas avanzadas y novedosas que ofrecíamos. Ya acudían algunos personajes conocidos. Después, esto se iba sabiendo porque se codean en los mismos círculos en Madrid, porque antes las redes sociales no existían”.

Había famosos que hablaban de nosotros y de nuestros tratamientos, y nos recomendaban de manera espontánea, antes de aparecer el fenómeno de los influencers. Por ejemplo, Marta Sánchez, desde su primera entrevista en televisión siempre nos ha mencionado. También algunos hombres como Boriz Izaguirre o Pablo Motos. Pero nunca los hemos utilizado, ha sido porque ellos han querido, porque estaban agradecidos y contentos. Los famosos a los que nombro en algunas entrevistas es porque me han dado permiso. Si tengo permiso, lo digo; si no, nunca lo digo. Pero nadie jamás me ha hecho firmar un contrato de confidencialidad. Y eso que a veces tenemos que hacer fotos de cuerpo para analizar los defectos y ver cómo va la evolución”.

Maribel también nos contó cómo concilió su papel como madre con el de convertirse en una de las mayores profesionales de la estética de nuestro país: “Me ocupaba de mis dos hijas porque trabajaba en casa hasta que tuvieron 5 años, quería tenerlo todo controlado y no quería dejar a una niña de tan sólo unos meses, no quería apartarme de ellas. Estaba todo muy bien organizado porque era una casa grande. La parte de despacho la utilizaba para mi cabina; era mi santuario. Estuve allí muchos años, muy feliz y muy cómoda trabajando”.

Yébenes confesó que embarazada de su hija Myriam se planteó dejar a un lado durante un tiempo su carrera profesional. Las jornadas eran interminables y tampoco quería desaparecer como madre. Fue su marido, Antonio, el que le dio la idea de trasladar el gabinete de belleza a casa y no dejar lo que tanto le gustaba. Aseguró que él ha sido un gran impulsor de su carrera. Siempre animándole a dar un paso más.

La alta cosmética es uno de los pilares sobre los que se sustenta su Instituto. Desde siempre le ha dado una vital importancia. Por eso, decidió crear su propia línea de cosmética: “La cosmética es importantísima. Tantos años de experiencia me han dado la oportunidad de reconocer la importancia de una buena cosmética. La gente le da poca importancia pero es el alimento básico de la piel, así que hay que cuidarla aunque tampoco pretendo que la gente se gaste mucho dinero. Después de llevar tanto tiempo trabajando, día tras día, piel tras piel, viendo a la misma gente durante muchos años, descubrí muchos temas importantes y por eso decidí crear mi primera línea de cosmética. Como tuvo mucho éxito y la gente estaba muy contenta, ahora hemos desarrollado otra segunda línea todavía mejor, trabajando el índice de firmeza de la piel”.

Maribel profundizó en el concepto del “índice de la firmeza de la piel” para que todo el mundo entendiera lo que realmente significa: “La piel es como nuestra casa y esa estructura hay que cuidarla. Siempre digo que una arruguita más o menos no pasa nada, no tiene importancia; no nos envejece ni nos afea. Pero una cara llena de arrugas acompañada de la flacidez nos afea, ya que nos hace tener cara de mal humor o de cansancio; parece que estamos muy fatigados aunque estemos recién levantados de la cama. Por eso aconsejo que todo el mundo se cuide mañana y noche y además lleve el contorno de ojos en el bolso, porque esa zona es muy delicada, ya que se quiebra y se arruga muchísimo, como las manos, el cuello y el escote, que son los grandes olvidados y es una pena porque los lucimos continuamente”.

Maribel Yébenes fue la primera en introducir la medicina estética en un centro de belleza en nuestro país: “Estaba aterrada pensando que todos los médicos se me iban a echar encima porque no les iba a gustar nada. Y la verdad es que fue así; estaban muy molestos porque les daba rabia que una persona que no fuese médico hiciese esto. Pero yo contraté a los mejores médicos del mundo de esa época y tuvimos mucho éxito. Entre ellos al Dr. Chams, que trabajaba en París, y abrió la puerta para que muchos profesionales médicos hiciesen ese tipo de tratamientos, por lo que tendrían que estar agradecidos porque fue muy importante para que las mujeres empezaran a saber cuidarse en nuestro país”.

Maribel Yébenes, al igual que su hija Myriam, es fiel defensora de una belleza natural por encima de aquellas cirugías estéticas agresivas que se empleaban antes y de las que muchas mujeres hicieron uso: “No me gusta la belleza artificial. Me gusta la belleza natural, que sea relajada, tranquila, con una piel esponjosa y cuidada. Además, hay muchas mujeres jóvenes que al someterse a algunas de estas operaciones, parecen más mayores de lo que son. Pienso que la cara tiene que ser natural, con flexibilidad, para poder hacer gestos y no quedarte estática. Aunque la cirugía cada vez es más cuidadosa. Estoy de acuerdo en que cada persona haga lo que le apetezca y que si tiene un complejo, se lo quite. Pero hacer cirugía a lo loco es delicado y tienes que saber muy bien dónde te metes y lo que quieres conseguir”.

 

También con el abuso de la medicina estética se pueden conseguir resultados muy artificiales, por eso las Yébenes prefieren dejar de trabajar con una clienta a que ésta por su “adicción” termine totalmente deformada: “No se lo toman bien, no se valora la honestidad, porque ellas buscan y quieren más y lo que ven es que tú no quieres hacérselo, incluso algunas personas muy conocidas. También cuando acude gente demasiado retocada y siliconada de otros sitios, que ha estado prohibido siempre pero se ponía, no tocamos nunca esas caras porque no queremos comprometernos, hace mucho daño a la marca, ya que no sabemos realmente ni cuándo ni en qué condiciones se llevó a cabo”.

En el lado opuesto de estas personas que cada vez buscan un resultado más artificial y evidente, Maribel nos contó que todavía a muchas clientes les cuesta admitir que se han hecho algún retoque, sobre todo a las mujeres más mayores: “Algunas señoras de mi edad sí lo reconocen pero un poquito mayor que yo, ya no. Incluso antes, cuando utilizaban cremas de mi instituto de estética, les decían a los demás que eran jabones. La gente era muy reacia a descubrir sus secretos de belleza. Ahora ya todo es más abierto gracias a la prensa y sobre todo a las redes sociales, porque es más difícil ocultar las cosas también”.

Pero además de la belleza externa, Maribel también nos contó que el estado de ánimo que tengas en tu interior también influye en el exterior: “Es cierto, la tensión y el estrés te hace estar más fea. Lo que se siente por dentro lo reflejas todo; los nervios, la ansiedad, la tristeza, la alegría… La piel, igual que la cara, te habla, te dice cómo estás. La piel hay que cuidarla desde dentro, estando contenta y aprendiendo a estar satisfecha con una misma, porque lo vas a reflejar en los demás”.

También destacó que la buena alimentación es indispensable, tanto para la belleza como para la salud y prevención de enfermedades como el cáncer: “Estoy convencida de que la alimentación es importantísima para todo. Siempre he pensado que una enfermedad tan terrible como el cáncer tiene mucho que ver con la mala alimentación que llevamos. Pienso que hay cuidarse muchísimo en este sentido y hay que huir de cosas más artificiales y de los plásticos. Hoy en día hay mucha toxicidad dentro de la alimentación y es importante saberlo para poder cuidarse”.

Maribel Yébenes tuvo la valentía de trasladarse en plena crisis, en 2010, a otro centro mucho más grande y ofreciendo muchos más servicios: “Se recortó mucho en la estética, se notó mucho, hicimos una valoración y bajó un 25%. Fuimos valientes a la vez que inconscientes. Al mismo tiempo estábamos encantadas pero luchando muchísimo. Mi hija Myriam ha estado involucrada en todo momento y no ha parado de hacer cosas; formándose, yendo al instituto de estética, comprando una máquina nueva…está siempre metida en todo para ver cómo mejoramos en el cuidado de la piel de las personas”.

Cuando mencionó a su hija, que se ha convertido en la CEO de la empresa, se deshizo en elogios hacia ella: “Estudió 3 carreras: Derecho, Empresariales y Enfermería. Comenzó a hacer prácticas enseguida en uno de los mejores hospitales de Madrid y me hizo mucha ilusión porque la querían contratar desde el principio por el trato que tenía con los pacientes y lo bien que cuidaba a los ancianos. Para mí, fue un orgullo como madre”.

Pero en cambio, Myriam eligió trabajar junto a su madre y dedicarse a lo mismo. Maribel hubiese preferido que antes de entrar en la empresa familiar hubiese ejercido como abogada. Quería que conociese otras realidades antes de incorporarse a la empresa familiar: “Cuando tenía 15 años, me dijo que quería dedicarse a lo mismo que yo y le expliqué los pros y los contras. Le dije que yo, aunque fuera su madre, iba a ser su jefa y que tenía que ser feliz en el trabajo, porque era donde iba a pasar más tiempo en su vida. Le dije que probara y si le gustaba, que siguiera, y si no, que hiciera otra cosa.

Como jefa he sido dura con ella a pesar de ser mi hija, no quería tenerla mimada. Empezó conmigo desde lo más bajo; abriendo la puerta, cogiendo el teléfono… Y una vez que se incorporó con sus carreras terminadas, siguió muy por debajo de las especialistas que tenía yo, hasta que gracias a su formación, tesón e interés fue subiendo y ahora tiene un gran equipo que la respeta mucho. Es la primera que trabaja 14 horas al día”.

Maribel y su hija Myriam tienen un amplio conocimiento sobre Medicina Estética, tanto que incluso al escucharlas hablar parecen profesionales de la Medicina: “Lo que hay que hacer es saber mirar la cara y la piel. Por nuestras manos ha pasado mucha gente durante muchísimos años. Es saber escuchar a las personas y ver y valorar la evolución de los tratamientos, tanto en la cosmética como en la medicina estética”.

Si antes no se le daba tanta importancia al resto del cuerpo, sólo a la cara, las manos o los pies, ahora todo ha cambiado. Afirmó que usando tratamientos, el resultado en distintas zonas del cuerpo es mejor que pasando por quirófano: “No he visto en tantos años de profesión ninguna liposucción que quede correcta, con la piel completamente tersa y bonita. Con el tratamiento coolsculping no notas ni sombras ni flacidez ni nada extraño. En la cintura es impresionante como se nota. La curva que cuelga en los brazos se nota muchísimo. Otras partes cuesta más porque son cúmulos de grasas voluminosos que llevan mucho tiempo. Pero es un tratamiento buenísimo”.

 

Si he comentado al principio, y de manera un poco exagerada, que es “adicta” a las máquinas, la realidad es que les da muchísima importancia. Asegura que la evolución de la aparatología ha contribuido de manera significativa al éxito de muchos tratamientos, pero siempre apostando por aquellas que están certificadas y probadas, aunque supongan una inversión mucho mayor: “Yo siempre digo que no queremos ser las primeras en tenerlas, queremos ser las segundas, porque normalmente los primeros modelos son ensayos y suelen fallar”. En su Instituto disponen de más de 50 tecnologías y siempre recurren a equipos de primera generación, que son los originales. También resaltó la importancia de combatir el intrusismo en esta profesión acudiendo a centros de prestigio que te ofrezcan confianza y credibilidad.

Nos contó también que en los últimos años se ha empezado a incrementar la clientela masculina, de hecho recuerda perfectamente al único cliente hombre que tuvo a sus comienzos. Cuando parecía que cuidarse era sólo algo de mujeres.

Durante toda la cena seguimos preguntándole curiosidades y dudas que teníamos. Destacó en varias ocasiones lo bien que la hacían sentir en Málaga y nos relató algunas anécdotas. Maribel sigue activa y pendiente de la empresa, pero tras 40 años de profesión, y la tranquilidad que le da la profesionalidad y entrega de Myriam, también encuentra momentos para “malcriar” a sus nietos y disfrutar de ellos.

Nos advirtió que aún siendo Málaga una ciudad maravillosa para vivir, los que vivimos aquí tenemos que tener mucho cuidado con el sol.

Todo un lujazo haber aprendido tanto junto a una de las mejores profesionales sobre belleza y estética, porque al fin y al cabo también se trata de nuestra salud.

Y aunque en esta ocasión el postre se sirvió en la mesa, también hubo momento de levantarse, brindar y hablar un ratito con todos.

Algunos de los asistentes le comentaron personalmente aspectos de su físico que les gustaría mejorar y tanto Maribel como Myriam nos hablaron de varios tratamientos que han demostrado con creces su efectividad en esas áreas concretas.

De verdad, y lo digo de corazón, que alegría me da cuando alguien abre un negocio y le va tan bien. Actualmente en el centro boutique del Paseo de Sancha de Málaga abren desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche y han duplicado el personal contratado. Eso significa que se genera empleo y por tanto una mejora en la calidad de vida de esas personas que encuentran un trabajo. Por eso, también brindamos.

Muchos de los asistentes quisieron hacerse una foto con Maribel y con Myriam, porque es cierto que al ser el suyo el centro de referencia de muchas personalidades y personajes populares, ellas también lo son. Y por supuesto con nuestro anfitrión, Aitor Perurena, que es una estrella de la cocina. 

Gracias a todos por una noche en la que en Cenas con Chispitas reinó la belleza y el ejemplo de superación, sacrificio y trabajo de su protagonista: Maribel Yébenes.

Redacción: Ana Porras  y Fran Gallardo

Fotografía: Manuel Martos

Agradecimientos 

Anfitrión: 1870 de Aitor Perurena

Decoración Floral: Virginia Florista

Iluminación: EJ Eventos

Transfer: Iberian Mobility

Web Instituto de Belleza Maribel Yébenes

Instagram Cenas con Chispitas

Diseño imagen, web y filmación video: Branders And Co

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