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Maite Geijo: “No es el vino, eres tú”

Maite Geijo: “No es el vino, eres tú”

“No es el vino, eres tú” con Maite Geijo. Y no, no fue el vino. Fue el aroma cálido de un grupo de personas con ganas de disfrutar y aprender. Fue la consistencia y la suavidad de Maite que en su compartir nos abrazó en cada momento. Fue la belleza de la decoración de la mesa de Virginia González que junto al excelente servicio de sala de Gran Meliá Don Pepe nos acogió como una copa de cristal maravillosa. Fue la magia de que Nacho Muñoz y Sara Duarte se apuntaran a cenar y Nacho participase junto a Maite en un ejercicio en el que nos mostraron, una vez más, que cuando cambia tu percepción interior, cambia lo exterior. 

Las imágenes muestran en un sorbo lo que vivimos. Lo que sentimos cada uno de nosotros es completamente subjetivo y se queda en la memoria de los que estuvimos allí. 

Meliá Don Pepe se ha convertido en sede de Cenas con Chispitas, en un lugar en el que fluyen los encuentros y en el que nos sentimos en casa. Recibir a los invitados en su lobby es siempre la antesala de lo que está por venir. Cada encuentro es diferente, único y eso no es mérito de la organización, sino de las personas que deciden asistir y nutrir los sentidos conociendo a personas nuevas, impregnándose de las experiencia y sabiduría de los ponentes. Maite Geijo tenía ganas de compartir y de trasmitirnos la ilusión por lo que hace. 

Nacho Muñoz y Sara Duarte

El espacio: La Veranda de Gran Meliá Don Pepe

Decorado por la florista Virginia González con motivos navideños.

La cena

Maite Geijo

Maite Geijo cuenta con una reputada carrera profesional en el mundo del vino. Su camino no ha estado exento de piedras en el camino que ha ido sorteando desde el amor a su profesión, al ser humano y a sus vinos.

Su labor y forma de hacer ha evolucionado a la par que ella ha ido creciendo como persona. Desde una nueva conciencia en la que fusiona lo que ha aprendido para mostrar cómo en el sabor de un vino también influye nuestra percepción de la vida y cómo es un vehículo delicioso de autoconocimiento. Su libro Vinológico es una muestra de ello y una declaración de intenciones de la nueva trayectoria profesional a la que se lanza organizando catas con conciencia, catas para autoconocerse o para conectar con nuestro propósito de vida. Sirva esto como pincelada de lo que está por ofrecer para que los que así lo quieran, participen. Te invito a leer el libro, porque por mucho que yo te pueda explicar, resumir o contar. De nuevo, tu percepción de sus páginas y las mías serán distintas. Al igual que el resumen que pueda hacer de esta cena. Por eso me centraré en cómo lo viví.  

Maite se comparte no con el objetivo de aleccionar a nadie, sino con el de que cada persona que la escuche pueda extraer de sus vivencias lo que le resuene y lo que le sirva. Una de mis reflexiones al escucharla es que cuando lo que haces lo haces con amor, pasión y desde el corazón el camino se va despejando para que siga siendo posible. Eso no significa que todo sea fácil o no requiera de formación y esfuerzo, pero la vida te va poniendo por delante las herramientas que necesitas para continuar.

 

Maite es un ejemplo de superación y de valentía. De superación porque ha ido escalando paso a paso hasta ser quien es hoy, una mujer auténtica y que vive en coherencia entre lo que piensa, dice y hace. Eso también es valentía, igual que permitirse ser libre para exponer su visión del mundo del vino a contracorriente de las imposiciones del sector (del que forma parte como bodeguera) o de lo que dicen los considerados gurús.  

No es el vino, eres tú

El vino es como el arte, o como la elección de una pareja, lo que te gusta a ti puede no gustarme a mí, porque son elecciones subjetivas que tomamos desde quienes somos o desde nuestras propias vivencias. También en cómo percibimos el sabor del vino rige la ley del espejo. Nos habla de nosotros mismos, de un viaje interior de autoconocimiento. 

Si hasta ahora muchos hemos tenido la creencia de que para crecer había que sufrir, Maite nos dio la mano durante la cena y nos demostró con sus dinámicas que podemos conocernos y crecer desde el disfrute. 

Maite Geijo nos mostró una visión del vino no como evasión, sino como anclaje y punto de encuentro con el presente y con nosotros mismos. El presente es lo único que es real, y nosotros mismos a quien mejor deberíamos conocer porque es con quien vamos a pasar toda nuestra vida. 

El encuentro contó con varias anécdotas maravillosas que vivimos los que compartimos mesa, delicias y conversación. 

Gracias a todos por venir. Gracias a Maite por lanzarse a compartir con nosotros su tiempo y su aprendizaje. Confío en que esto solo ha hecho empezar y que la cosecha de Vinológico seguirá siendo memorable y de ella puedan beber muchas personas. Brindo por ello. 

Agradecimientos:

Ponente: Maite Geijo

Anfitrión: Gran Meliá Don Pepe

Decoración floral: Virginia González

Fotografía: Fernando Arjona

 

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