En la sociedad actual el perfeccionismo suele considerarse algo que hay que celebrar. Pero, ¿cuándo la búsqueda de la perfección se convierte en signos de atelofobia, o el miedo a la imperfección? Como la mayoría de las enfermedades psiquiátricas, la línea entre el comportamiento saludable –en este caso, el perfeccionismo– y una fobia depende de cada individuo. Aunque a la mayoría de las personas no les gusta admitir sus defectos, alguien con atelofobia encontraría aterradora la idea de hacer algo incorrecto.
Hay personas que se consideran perfeccionistas y que no lo ven como un problema; de hecho, lo verían como una ventaja. El miedo a la imperfección sólo se convierte en un problema cuando está causando una cantidad significativa de angustia emocional.
Aunque el perfeccionismo tiene sus inconvenientes para quien quiere mantenerlo en todo momento, la atelofobia es algo más que el simple hecho de mantener un alto nivel de exigencia; es un miedo profundo a la imperfección que afecta gravemente a tu vida. Afortunadamente, los investigadores saben desde hace tiempo que las fobias se tratan con bastante facilidad mediante la terapia de exposición, en la que los pacientes se introducen lentamente en los objetos o situaciones temidos hasta que pueden experimentarlos cómodamente.
A continuación, explicamos cinco formas en que la atelofobia puede manifestarse. Es conveniente recordar, en cualquier caso, que Internet no es un lugar para recibir diagnóstico. Si alguno de los siguientes comportamientos te resulta familiar, es mejor que pidas una opinión profesional.
1.- Te aterrorizan los defectos
La mayoría de las personas tenemos miedo de cometer errores, pero lo que eleva el miedo cotidiano a un territorio fóbico es el alcance de la reacción que se experimenta ante esto. Las personas con atelofobia tienen respuestas desproporcionadamente fuertes al pensamiento de imperfección. Por ejemplo, se trata de la diferencia entre ponerse nervioso antes de hablar en público y evitarlo por completo porque el mero pensamiento es aterrador.
2.- Evitas situaciones en las que podrías cometer errores
Las fobias se caracterizan por un comportamiento evasivo, es decir, existe un esfuerzo por evitar lo que asusta. En el caso de la atelofobia, esto significara evitar situaciones en las que se podría cometer un error o el individuo en cuestión es susceptible de ser considerado imperfecto.
Es importante señalar que la atelofobia no es lo mismo que la fobia social, que implica un miedo paralizante a ser examinado por otros. Las personas con fobia social temen ser juzgadas por otros, mientras que las que tienen atelofobia probablemente se juzgan a sí mismas.
3.- Estableces normas imposibles
Las personas con atelofobia suelen ser muy críticas con su propio trabajo y, por lo tanto, suelen estar atentos a sus propios errores y los juzgan con una dureza muy extrema. Esto podría contribuir al siguiente síntoma.
4.- Prefieres no hacer nada que hacer algo incorrectamente
Como se ha explicado en puntos anteriores, la gente con fobia encontrará formas muy creativas de evitar lo que les asusta. Para ello, hay personas que eligen, simplemente, postergar estas actividades una y otra vez para no hacerlas nunca.
En resumen, los atelofóbicos prefieren no hacer nada que hacer algo mal de acuerdo con sus propios estándares y lo que ellos consideran que está mal hecho. Ni que decir tiene que esto puede causar serias dificultades en el lugar de trabajo.
5.- Este miedo interfiere en el desarrollo de la vida
Muchos de estos comportamientos son bastante comunes, por lo que es muy importante entender la diferencia entre el comportamiento diario y una fobia. La mayoría de las personas pueden superar sus miedos bastante rápido; puede que no les guste, pero son capaces de enfrentarse a ellos. La atelofobia, sin embargo, hace que sea mucho más difícil funcionar en la sociedad, ya sea por la incapacidad de trabajar a tiempo o por la dificultad de mantener relaciones… es entonces cuando puede ser el momento de buscar ayuda.