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Carlos Cortés, patrón de la Unidad de Salvamento Marítimo: «Vienen huyendo de algo mucho peor que un virus»

Carlos Cortés, patrón de la Unidad de Salvamento Marítimo: «Vienen huyendo de algo mucho peor que un virus»

A pesar de que pueda parecer lo contrario, no, el mundo no se ha parado por la emergencia  sanitaria causada por el coronavirus. Nosotros estamos encerrados pero la tierra sigue girando y por consiguiente el resto de problemas que afectan al mundo no han desaparecido.

Mientras hay quien se queja de que se aburre aún teniendo comida, televisión e internet, hay personas que, aun con la pandemia que estamos viviendo, siguen arriesgando su vida por llegar a una tierra donde lo peor que vivimos nosotros, para ellos es mucho mejor que el drama del lugar de donde vienen. Esta misma semana el servicio de rescate marítimo trabajó en una operación para recoger a 23  personas que iban a bordo de una patera que se encontraba a 12 millas (casi 20 kilómetros) de la isla de Alborán.

Carlos Cortés es el patrón de la Unidad de Salvamento Marítimo. Él, junto con toda su unidad, forma parte de ese colectivo de personas que tiene que seguir trabajado y que participaron en el rescate de la embarcación.

 

Carlos, háblanos del rescate, ¿Cómo se procede en estos casos?

La embarcación se encontraba a unas 12 millas al oeste de la isla de Alborán. Los avistó el avión que tenemos de localización y más tarde tomó el relevo un helicóptero que tiene la misma función. Nosotros utilizamos el helicóptero para localizar a las personas que iban a ser rescatadas. De forma que dimos el aviso al helicóptero, fuimos hasta la zona y recogimos a los inmigrantes. Eran 23 personas de origen subsahariano, 19 varones y 4 mujeres.

«Venían muy mal, muy cansados»

Si te soy sincero, venían muy mal, muy cansados, yo hice un cálculo aproximado y con la distancia que tenían que recorrer, el combustible y el motor que llevaban, creo que no hubieran llegado a costa española. Su intención parecía ser llegar a la isla de Alborán. Muchos la tienen como referencia porque si desembarcan allí, ya nosotros podemos recogerles. Esa parecía su intención, pero el levante no se lo permitió.

Este tipo de embarcaciones llevan medios de navegación muy rudimentarios y no tienen en cuenta la corriente y el viento de levante. El problema es que muchas veces no consiguen llegar al destino, y quedan a la deriva.

No te haces una idea de los gritos de alegría cuando subieron al barco, besan la cubierta del barco, gritan, llegan muy nerviosos pero al mismo tiempo muy contentos.

«No te haces una idea de los gritos de alegría cuando subieron al barco»

 

¿Qué medidas de atención y seguridad sanitarias frente al Covid-19 se aplican en estos rescates?

Nosotros tenemos un termómetro de infrarrojos que mide la temperatura y si vemos que hay alguien con fiebre lo que hacemos es que lo aislamos. Intentamos que tengan la travesía lo mejor posible, con ropa seca, les damos agua a todos, mantas normales y unas mantas térmicas.

Es cierto que muchos vienen con enfermedades, en este caso, reporté al sanitario que una de las mujeres tenía erupciones cutáneas, probablemente de sarna, porque hay mucha gente que llega con enfermedades de la piel.

Si se detecta que una persona está muy enferma hablamos con la torre de salvamento, que es de la que dependemos nosotros, se moviliza un helicóptero, se le evacua y se le lleva inmediatamente al hospital.

¿Ha cambiado vuestro protocolo de actuación debido al coronavirus?

«Estamos entrenados mejor que nadie para protegernos biológicamente»

Con respecto a nosotros, a la tripulación, por supuesto seguimos en la emergencia sanitaria, tenemos órdenes de no ir al barco de nuestra unidad acompañados. Mantenemos la distancia entre nosotros, entre los tripulantes. Sin embargo, en nuestro trabajo habitualmente utilizamos equipos de protección durante la navegación, todos llevamos EHI (Equipos higiénicos individuales). Los llevamos en todo momento, incluso estando en puerto, por eso afortunadamente todos los que pertenecemos a la flota de SASEMAR estamos bien, no hemos tenido ninguna baja porque llevamos 20 años haciendo esto. Estamos entrenados mejor que nadie para protegernos biológicamente, y además tenemos los equipos de higiene y de protección individual siempre. Haciendo las cosas muy bien no hay porque tener ningún tipo de contagio. Hemos seguido con nuestros protocolos habituales.

 

¿Qué ocurre cuando llegan a puerto; cuál es el siguiente paso?

Nuestra responsabilidad llega hasta el momento en el que ellos tocan tierra. Yo como patrón tengo la responsabilidad hasta que amarramos en nuestra base en la Caleta de Vélez. A partir de ese momento son las autoridades competentes las que se encargan de ellos: Guardia civil, Policía nacional, sanitarios y Cruz Roja.

Se les pone bajo techo, se les pregunta lugar de origen, se les toma la temperatura… A los que están mal se les lleva al hospital y a los que están bien de salud se les lleva a un centro de inmigración. Tenemos centros en Málaga, Almería, Motril y Algeciras.

¿Llegan menos embarcaciones desde que se produjo la emergencia sanitaria? 

«El coronavirus para ellos es un mal menor»

La verdad es que siguen llegando muchas pateras, y que siguen viniendo. Yo creo que el coronavirus para ellos es un mal menor, porque en sus países están en una situación mucho peor y saben que en España nuestro sistema sanitario funciona muy bien y que les van a ayudar y a atender ante cualquier problema de salud. Entonces el coronavirus no es algo que les de miedo, para nada, porque lo que están pasado es muchísimo peor que eso.

Llegan en unas condiciones físicas muy malas, después de un largo viaje y de pasar una odisea. Por lo tanto, de verdad, a ellos les da igual el coronavirus, porque verdaderamente vienen deshechos, muy cansados y huyendo de algo mucho peor que un virus.

Una imagen vale más que mil palabras

Fotografía: Lorenzo Carnero

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