Estás leyendo
Ascensor, portero automático y timbre: cómo combatir los focos de contagio cotidianos

Ascensor, portero automático y timbre: cómo combatir los focos de contagio cotidianos

Cuando se trata de extremar las medidas de protección para evitar el contagio, cualquier precaución es poca. Incluso con las cosas más comunes y diarias, como usar el ascensor. Por ello, la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA) ha expuesto algunos puntos que nos pueden ayudar a que realizar esta tarea tan rutinaria no suponga un foco de infección.

 

En primer lugar, cabe recordar que la desescalada no implica la desaparición del virus. No vivimos sin él, sino que convivimos con él. Por este motivo, hay que ser conscientes de que hagamos lo que hagamos, ya sea coger el ascensor o comprar el pan, lo hagamos con responsabilidad.

Por otro lado, en un sitio tan reducido como el ascensor, el uso de mascarilla es indispensable. Aunque se pudiera mantener la distancia de seguridad en un cubículo tan estrecho, algo poco probable, no está de más protegerse y proteger a los demás mediante el uso de este equipo de protección, ya que el virus, de ser expulsado por una persona infectada, puede permanecer en superficies durante un largo periodo de tiempo.

Los pulsadores, pasamanos y botoneras son los principales puntos de riesgo

La FEEDA, por su parte, considera que el ascensor puede ser una zona de contagio si no se toman las medidas de prevención anteriores y se adquieren, además, algunos nuevos hábitos a la hora de hacer uso de estos.

Los pulsadores, pasamanos y botoneras son los principales puntos de riesgo. Por eso, esta federación aconseja el uso de guantes a la hora de aproximar las manos a estas zonas. Si no fuera posible, recomienda usar algún objeto a mano u otra parte del cuerpo, como el codo, para pulsar los botones.

Referente a la capacidad, recomiendan que el ascensor se ocupe con un máximo de un tercio de la capacidad total habitual. Preferiblemente, se debe usar el ascensor de manera individual. Si no fuera posible o el ascensor fuera lo suficientemente amplio, la distancia de seguridad recomendable es de un metro.

Es adecuado que las personas que coincidan en el ascensor se sitúen de espaldas el uno al otro

En cualquier caso, es adecuado que las personas que coincidan en el ascensor no se sitúen frente a frente, sino de espaldas el uno al otro. Aunque socialmente sea una práctica extraña, es la manera más efectiva de prevenir el contagio. Además, es recomendable no hablar en el ascensor. Si lo miramos bien, haciendo caso de esta recomendación, pondremos fin –de una vez por todas– a las incómodas charlas de ascensor sobre el tiempo que hace con el vecino.

También se recomienda que siempre que sea posible se haga uso de las escaleras, lo que nos puede servir, además, para estirar las piernas después de tanto tiempo con baja actividad física.

 

En el caso de las escaleras también debemos mantener algunas precauciones, como no usar el pasamanos o hacerlo con guantes, que deberán ser desechados inmediatamente tras su uso. También, es recomendable mantener una distancia de seguridad de cuatro escalones respecto de otra persona que vaya delante o detrás de nosotros. Esta norma también se extiende a escaleras mecánicas.

Es recomendable mantener una distancia de seguridad de cuatro escalones respecto a la otra persona

Por último, hay que tener cuidado con las puertas de entrada, porteros automáticos y timbres, ya que son muchas las manos que pasan por esas zonas a lo largo del día. Para ello, es recomendable el uso de guantes o usar el codo en vez de las manos. Todo lo anterior deberá apoyarse con un lavado de manos concienzudo que dure, al menos, 20 segundos.

Ver comentarios (0)

Publicar un comentario

Your email address will not be published.

Ir al principio