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Las 7 maravillas del mundo antiguo

Las 7 maravillas del mundo antiguo

Hemos oído hablar millones de veces de las 7 maravillas del mundo (moderno), esas fantásticas construcciones que ha hecho el hombre a lo largo de la historia y que a día de hoy podemos ver con nuestros propios ojos. Estas 7 maravillas son en realidad las “nuevas” maravillas que fueron elegidas por votación popular en un concurso internacional inspirado en la lista de las que fueran las 7 maravillas del mundo, que ahora es considerado Antiguo.

Las 7 Maravillas según Martin van Heemskerck
Fuente: Viajero de la Historia

En aquel concurso se acordó que, de entre 75 candidatas, las nuevas 7 maravillas del mundo serían Chichén Itzá en México, el Coliseo de Roma en Italia, la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro en Brasil, la Gran Muralla China, Machu Picchu en Perú, Petra en Jordania y el Taj Mahal de Agra en la India. Sin duda, estas 7 son un buen ejemplo empírico de las cosas tan increíbles que ha conseguido construir el hombre a lo largo de la historia.

Pero, ¿qué ocurre con las antiguas? ¿Por qué ya nadie sabe cuáles son si tan maravillosas eran? Lo que ocurre es que de esas maravillas queda únicamente una en pie, la Gran Pirámide de Guiza en Egipto (la cual es considerada maravilla honorifica del mundo moderno). Tenemos constancia de ellas gracias a un pintor helenístico holandés,  Maerten van Heemskrerck, que las recogió en una serie de obras. Como él otros pintores helenísticos las representaron también, y es por eso que son únicamente 7, ya que en la cultura helenística el 7 era el número perfecto.

 

Hoy día sigue siendo un misterio si algunas existieron realmente o son fruto de leyendas e historias, ya que casi no hay constancia física ellas. ¿Quieres saber cuáles fueron?

Templo de Artemisa

Fuente: wikipedia

El Templo de Artemisa fue un templo que estaba situado en la ciudad de Éfeso en Turquía. Estaba dedicado a la diosa Artemisa, se componía de numerosos edificios y su construcción, que duró unos 120 años, fue comenzada en el año 550 a.C. por el rey Creso de Lidia. En el año 356 a.C. sufrió un incendio intencionado que lo destruyó y fue reconstruido por Alejandro Magno. Esta obra hecha entera de mármol, de grandes dimensiones y una perfecta y bella arquitectura, se construyó sobre un terreno que ya se consideraba sagrado antes de que este templo estuviese allí.

Para muchos es la obra más importante de toda la lista, sin embargo actualmente solo quedan de él unas ruinas en la ciudad de Éfeso, y una reconstrucción en miniatura en Estambul.

El Mausoleo de Halicarnaso

Fuente: Steemit

Se cree que esta obra fue construida como un monumento funerario sobre el 353 a. C. Esta tumba, entera de mármol blanco y con alrededor de 50 metros de altura fue mandada construir por Artemisia II de Caria  en honor a su marido Mausolo, un sátrapa del Imperio persa, en Halicarnaso (la actual Bodrum en Turquía), motivo por el cual se le llama El mausoleo de Halicarnaso y también por el que ahora nos referimos a los monumentos funerarios como mausoleos. Lo construyeron los arquitectos griegos Sátiro de Paros y Piteo.

Al igual que con el templo de Artemisa, de él hoy solo quedan ruinas y una réplica en miniatura también en Estambul.

 

Necrópolis de Giza

Fuente: ¡Hola!

La necrópolis de Guiza es lo que actualmente conocemos como las pirámides de Egipto y es la única de las siete Maravillas del Mundo Antiguo que todavía sigue en pie. El conjunto se compone de tres pirámides independientes: Keops, Micerino y Kefrén, están situadas en Guiza a unos 20km de El Cairo en Egipto y se cree que fueron construidas en el año 2.570 a.C. como recinto funerario del faraón Keops de la cuarta dinastía. En realidad la que estaba considerada como una maravilla del mundo era únicamente La Gran Pirámide (Keops).

La estatua de Zeus

Fuente: National Geographic

La increíble estatua de Zeus se encontraba en Olimpia (la actual Grecia) y fue creada por el escultor Fidias, el mayor escultor griego de todos los tiempos. Se cree que estaba esculpida en marfil, bañada en oro y decorada con multitud de piedras preciosas y que tenía doce metros de altura. Fue destruida en el siglo V d.C., se cree que debido a un incendio, por lo que se perdió y hoy en día solo se sabe de ella por las descripciones de historiadores antiguos y representaciones en monedas.

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Según lo que se sabe de ella, Zeus aparecía en esta escultura sentado en un trono con el torso desnudo y el manto en torno a las piernas, llevaba la cabeza coronada de olivo y la mirada, dirigida hacia abajo le confería aspecto paternal. En la mano derecha sostenía una Niké y en la izquierda el cetro rematado por un águila. Estaba dentro de un templo creado para albergarla.

Los jardines “colgantes” de Babilonia

Fuente: Wikipedia

Esta es la maravilla que más dudas presenta sobre su existencia real ya que no existe ningún resto que corrobore su existencia. Lo poco que se sabe de ella es, según historiadores, que era una ciudad situada cerca, o a orillas, del río Éufrates en la antigua ciudad de babilonia en Mesopotamia. Su nombre es en realidad un fallo de traducción, ya que los jardines no eran “colgantes” sino que se trataba de una ciudad con terrazas y balcones que tenían mucha vegetación, árboles frutales y palmeras. Se cree que fue construida en el siglo VI a. C durante el reinado de Nabucodonosor II como muestra de amor hacia su esposa Amitis, este sería un regalo que le haría recordar las montañas del imperio medio, su tierra natal.

El coloso de Rodas

Fuente: Un baúl de colores

El coloso de Rodas, fue forjado entre el año 294 y 282 a.C. en honor al Dios griego del Sol: Helios. Esta gran estatua medía 32 metros de altura y muchos expertos afirman que hacía de puerta de entrada al puerto de la ciudad en la que estaba construido en la isla de Rodas (Grecia). Fue esculpida por Cares de Lindos y lo que se conoce de ella procede de lo que los escritores antiguos Plinio el Viejo, Polibio2​ y Estrabón dejaron y de las crónicas bizantinas de Constantino VII Porfirogéneta, Miguel el Sirio y Filón.

Faro de Alejandría

Fuente: Wanderlust Ideas

Esta edificación se creó con el objetivo de guiar a los navíos hasta el puerto de Pharos, se construyó en el siglo III a. C en la isla de Faro (Pharo) de Alejandría, Egipto. Lo construyó el arquitecto Sóstrato de Cnido durante el reinado de Ptolomeo II. Se estima que medía más de 100 metros y que fue una de las estructuras más altas hechas por el hombre durante muchos siglos. Era, en definitiva, una gran torre sobre la que una hoguera nocturna marcaba la posición de la ciudad a los navegantes, ya que la costa en la zona del delta del Nilo es muy llana y no tenía ninguna referencia desde el mar.

En su construcción se utilizaron grandes bloques de vidrio en los cimientos para evitar la erosión y aumentar la resistencia contra la fuerza del mar. Además, el edificio, estaba erigido sobre una plataforma de base cuadrada, pero era de forma octogonal. Estaba construido con bloques de mármol ensamblados con plomo fundido y en la parte más alta tenía un gran espejo metálico que reflejaba la luz del sol durante el día, y por la noche proyectaba la luminosidad de una gran hoguera a una distancia de hasta cincuenta kilómetros. Se cree que desde su construcción, el resto de edificaciones de igual finalidad adquirieron el nombre de “faro”.

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