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Amanda González, Cabo Dama de La Legión: “En nuestro trabajo nos adiestramos para situaciones muy complejas, diversas y cambiantes”

Amanda González, Cabo Dama de La Legión: “En nuestro trabajo nos adiestramos para situaciones muy complejas, diversas y cambiantes”

La Legión Española trabaja diariamente junto con el resto de los cuerpos de seguridad para frenar la expansión del coronavirus. Desde que comenzó el estado de alarma se han dedicado a controlar el cumplimiento de las directrices establecidas por el estado de alarma, a informar a la población y a tareas de desinfección.

Los efectivos de distintas Banderas de la Brigada de La Legión están realizando estos días desinfecciones higiénico-sanitarias en distintos puntos de la región Andaluza. Los efectivos de la VII y VIII Bandera de la Brigada de La Legión han llegado a lugares como la Residencia de la Asociación de Padres de Niños y Adultos Autistas de Málaga. Además en estos momentos tienen presencia la Bandera de Zapadores en Baza (Granada); el Grupo de Artillería en Sorbas (Almería) y el IV Tercio en Cortes de la Frontera (Málaga).

Trabajar en los tiempos que corren es, sin duda, arriesgado. Hemos hablado con Amanda González, Cabo Dama de La Legión, para profundizar en el trabajo que realizan y saber cómo están viviendo esta situación.

 

Amanda, ¿Cuál es el papel de los legionarios en esta lucha contra el coronavirus?

Actualmente tenemos dos funciones principales. La primera es colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para velar por el cumplimiento de lo dispuesto por el Estado de Alarma. La segunda consiste en efectuar la desinfección puntual de instalaciones entre las que se encuentran residencias de mayores y edificios públicos de muy diversa ende.

¿Os encontráis con problemas?

De momento lo que nos hemos encontrado es que gran parte de la población respeta las restricciones impuestas por el Estado de Alarma, bien es verdad que nos hemos topado en alguna ocasión con personas que por desconocimiento o no, han infringido tales limitaciones al movimiento. Además, la Legión es una Unidad muy querida en España, y más en concreto por la zona que estamos actuando, Granada y Málaga, lo que hace que más que problemas, nos estemos encontrando muestras de cariño y apoyo.

«Más que problemas, nos estamos encontrando muestras de cariño y apoyo»

 

¿Se os hace difícil el trabajo que desempeñáis ahora?

En nuestro trabajo nos adiestramos para situaciones muy complejas, diversas y cambiantes. Véase y con estrecha relación, la instrucción básica en ambientes NBQ (Nuclear, Radiológica, Biológica y Química) que recibimos en la Brigada de la Legión. Aunque los cometidos asignados a nuestra Legión en el marco de la Operación Balmis sean diferentes a lo que estamos acostumbrados, la abnegación, el espíritu de sacrificio y la permanente disponibilidad de los legionarios como forma de vida favorece mucho la rápida adaptación de la Unidad a la problemática que estamos afrontando actualmente.

«Me pongo en la piel de todas las madres de España y del mundo»

¿Qué es lo que más le preocupa de la situación que estamos viviendo?

Yo vivo un caso particular en el que tengo una custodia compartida de un menor, y por tanto en mi trabajo una reducción de jornada parcial para poder atenderle como se merece. Todos mis pensamientos siempre van enfocados a mi hijo, y obviamente también las preocupaciones.

Como madre lo que más temo es por él, porque pueda contagiarse, y por eso trato de implicarme en mi trabajo con mis compañeros lo máximo posible, ya que me pongo en la piel de todas las madres de España y del mundo que tienen las mismas preocupaciones que yo. Me siento afortunada de poder compaginar el cuidado de mi hijo con mi trabajo, aportando mi granito de arena para solucionar la crisis sanitaria que estamos viviendo.

 

¿Tiene alguna anécdota ocurrida estos días que quiera compartir?

La única anécdota que puedo nombrar son las innumerables muestras de cariño que nos brindan los vecinos de pueblos y barrios a los que nos desplazamos para cumplir con la Operación Balmis. Gritos de “ánimo” y “gracias”, aplausos desde los balcones. Incluso en una ocasión, en Totalán, una niña pequeña nos tiró desde su balcón un dibujo que nos había dedicado cuando nos vio por las calles de su pueblo.

Fotografía: Lorenzo Carnero

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