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Aitor Perurena, impulsor de World Central Kitchen en Marbella: “Los tengo que echar para que se vayan porque quieren seguir trabajando”

Aitor Perurena, impulsor de World Central Kitchen en Marbella: “Los tengo que echar para que se vayan porque quieren seguir trabajando”

Las cocinas de Anantara Villa Padierna vuelven a ser desde el viernes un hervidero de personas cocinando a destajo. Ni ha abierto aún el hotel, ni están alojados en sus habitaciones familias ni huéspedes VIP. No hay langostas, ni foie en los fogones. Hay lentejas, macarrones, y comida nutritiva y equilibrada cuyos principales ingredientes son el cariño y la solidaridad de todos los que la elaboran. Hasta 120 voluntarios repartidos en turnos que cada día cocinan más de 600 menús para los que más lo necesitan. Todos estos cocineros voluntarios se han unido tras la llamada del chef Aitor Perurena y en torno a la iniciativa que está llevando en ciudades de todo el mundo el chef José Andrés a través de su ONG World Central Kitchen.

En Marbella encendieron los fogones el viernes, aunque ya llevaban una semana trabajando para poder hacerlo. Todo comenzó cuando el chef Aitor Perurena recibió una llamada en su teléfono preguntándole si conocía a alguien que quisiera poner en marcha el proyecto en Marbella. Perurena no lo dudó ni un segundo y tomó las riendas para crear en la ciudad este súper equipo de cocineros solidarios. 

«120 voluntarios cada día cocinan más de 600 menús»

 

Si este virus ha venido a enseñarnos algo, entre otras cosas, es que no entiende de posición social ni de cuentas bancarias; muchos de los que antes preparaban exclusivos menús, incluso con estrellas Michelin, han vuelto a las recetas de sus madres y abuelas, a lo sencillo pero nutritivo. Y así, en 20 ciudades del planeta.

«La respuesta ha sido increíble»

Marbella no se ha quedado atrás y Aitor Perurena ha conseguido reunir a 120 personas entre los que figuran chefs de referencia en la provincia: “La respuesta ha sido increíble. Desde que comencé a llamarlos todo el mundo se ha volcado. Ahora hay que frenar los nuevos ofrecimientos porque por las medidas de seguridad que hay que tomar, no podemos meter a más personas en la cocina. Pero todo el mundo ha querido implicarse con el proyecto”. 

«Hemos creado un equipo de personas súper competente»

Aitor Perurena es el primero en llegar y el último en irse junto a un equipo de 5 personas más, el resto de las 120 personas se turnan durante los días y durante la semana en grupos de 20 o 25. “Estamos muy organizados para que toda la operativa funcione bien. Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer. Sergio Garrido, Juan Antonio Rodríguez, Juan David Rosado, Victor Gutiérrez y Manolo Navarro, jefe de cocina de Anantara Villa Padierna, somos los que llevamos la operativa de compras, producción, empaquetado, coordinación de equipos y distribución. Cada uno se encarga de una cosa y organiza a los suyos. Hemos creado un equipo de personas súper competente”. 

 

Sacar 600 menús diarios no es tarea sencilla – y se han propuesto llegar a 1000-, pero nada es imposible cuando se le pone tanta ilusión: “A diario tenemos dos cuadrillas en la cocina. Unos trabajan de 8 a 12 y los otros de 12 a 16:30 horas. Pues los tengo que echar para que se vayan porque quieren seguir trabajando. Es impresionante la ilusión y el entusiasmo que le están poniendo”. 

«Los tengo que echar para que se vayan porque quieren seguir trabajando»

A media mañana los servicios operativos del Ayuntamiento de Marbella pasan a recoger los menús ya elaborados y empaquetados. La comida llega así a las familias más necesitadas gracias a las tres organizaciones de Cáritas del municipio en colaboración con el Banco de Alimentos: Virgen del Rocío de San Pedro Alcántara, Virgen Madre de Nueva Andalucía y Divina Pastora de Marbella. 

“¡Manolo, que lo que necesito es ese carro!”, grita a viva voz Aitor Perurera al otro lado del teléfono mientras habla conmigo. No hay momento para el descanso, la actividad en las cocinas de Anatara Villa Padierna está a tope.

«Se están portando espectacular con nosotros»

El hotel ha sido otro de los grandes artífices de que este proyecto de la ONG World Central Kitchen pueda ser una realidad. “Había que buscar un sitio para poder hacer la comida. Recurrimos a muchos contactos, como a directores de hoteles, y al final fueron ellos los que nos cedieron las cocinas. El personal que sigue aquí trabajando como gente de recepción o de mantenimiento se están portando espectacular con nosotros. El director del hotel, Jorge Manzur, desde el primer momento nos dijo que sí. Él fue alfombra roja desde el principio, y las instalaciones son fabulosas”. 

«Tenemos que llegar hasta 1000 menús diarios»

World Central Kitchen ha conseguido implantar esta iniciativa en 20 ciudades de todo el mundo. La organización es similar en todas ellas. La materia prima para elaborar los platos los paga la organización WCK, que además es quien se encarga de gestionar las donaciones de empresas, bancos de alimentos locales, así como de Makro, proveedor de referencia en el sector hostelero. Y los equipos de cocina lo crean cocineros locales, al igual que los menús: “Siempre respetando que sea una cocina casera y equilibrada y que cuenten en Makro con los productos en stock. Así lo vamos organizando. Ayer hicimos paella y llegamos hasta 700. Hoy vamos a llegar a 650. Tenemos que llegar hasta 1000, ese es nuestro propósito, porque hay familias que lo están pasando muy mal”. 

 

Aitor Perurena asegura que todo está súper coordinado con la ONG del chef José Andrés. De hecho, antes de comenzar la iniciativa en la provincia, se hizo un estudio desde World Central Kitchen y se detectó que Marbella era el municipio que más urgencia tenía para ponerlo en marcha por encima de otras localidades de la zona. 

«Entre todos tendremos que apechugar»

A Perurena todo esto le ha pillado en un momento de transición. Acababa de traspasar el que ha sido su restaurante en estos últimos años y estaba a punto de firmar con una empresa para entrar a trabajar. Dos días antes de la firma se decretó el estado de alarma y todo se ha quedado en el aire: “Pues a ver qué pasa cuando esto acabe y a ver en qué condiciones pueden abrir los hoteles y restaurantes. Entre todos tendremos que apechugar. Yo estoy fuerte, con muchas ganas, tranquilo, y si me tengo que ir fuera de España a trabajar, pues me iré. Hay que valorar que estamos sanos y todo lo que tenemos”. 

Sigue dando indicaciones al equipo mientras hablamos por teléfono: “¡Libérame el carro Jesús, por favor! ¿O ya no hace falta?”… Así que le dejamos trabajar, ya que les queda aún jornada por delante. Hoy 650 personas podrán en su mesa un menú más que digno gracias a este grupo de voluntarios. 

Para colaborar se puede contactar a través de la web World Central Kitchen o en el correo donations@worldcentralkitchen.org

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