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David Jurado: «El reto de no trabajar solo»

David Jurado: «El reto de no trabajar solo»

Profesionalmente vivía una de sus sesiones con más asistentes. Quizás porque el tema es algo que nos preocupa y nos ocupa a la mayoría que estamos inmersos en el mundo laboral: “El reto de no trabajar solos”. David Jurado de Grupo Impulsa IEDAD era el responsable de guiarnos en una sesión en lo que buscó que nos fuésemos de allí con una fotografía clara de cómo es la organización a la que pertenecemos y qué papel jugamos en ella. 

Partíamos de la base de que absolutamente nadie trabaja totalmente solo. Incluso profesionales y autónomos sin empleados se relacionan con proveedores, colaboradores y clientes que forman parte de su sistema. 

 

The Top Málaga, la terraza del hotel Molina Lario, nos recibía en una mañana casi primaveral y nos ofrecía un marco perfecto para sumergirnos en algo más de una hora de reflexión y trabajo personal. Profesionalmente parte de la base de que sólo trabajándonos nosotros mismos, desde el interior, podremos mejorar nuestro entorno. Algo que tomaba especial relevancia en esta sesión. 

Rafael Bosco, Director Ejecutivo de Grupo Impulsa IEDAD

Sara González, directora del Hotel Vincci Aleysa

Ana Cardiel, Gerente en AMC International Investments

Mónica Vicente es CEO de la plataforma family friendly más importante de nuestra país ‘Hoy no hay cole’. Si tenéis hijos seguro que la conocen por sus cuentas de youtube. (A la izquierda)

Claudia Luna es periodista especializada en economía y es a su vez escritora. (A la derecha)

Maloles Sánchez-Migallón, Key Account Manager Vincci Hoteles

Esther Molina, habitual de Profeisonalmente, es empresaria CEO y Co-Fundadora de User First y EGA, Executive Global Agency

Amelia Marín, es notaria y junto a tres compañeros tiene una notaria en Benalmádena. Además es presidenta de presidenta de Zonta

Manoli Navarro, Directora en Navarro Hermanos

David Jurado viene del mundo del deporte, concretamente del baloncesto, por lo que en su vida esa prioridad de trabajar en equipo de una manera armónica ha estado siempre presente. Los equipos deben trabajar como una unidad si quieren conseguir los objetivos marcados. David es Coach Individual y de Equipos.

 

Tanto por su experiencia personal como por su formación dejó claro dos puntos que hay que tener muy presentes en las organizaciones: el agradecimiento y reconocimiento a sus miembros. “Vengo del mundo del deporte donde se trabajaba en equipo y todo era muy fácil, pero luego en mi carrera profesional me he encontrado con diversos retos donde he comprobado que no era tan fácil. Donde el colaborador no daba todo lo que tenía que dar, donde lo que me decía mi jefe no coincidía con la prioridad que yo tenía, o el subordinado no ejecutaba el trabajo como yo esperaba, y la tendencia es a hacerlo yo solo y no delegar cosas que son muy importantes…”, así introdujo su sesión.

Entre los asistentes cada uno tenía su motivación para estar allí. Lo que es cierto y todos tenemos en común es que nos marca el equipo o sistema del que formamos parte, sea este como sea, ya que solemos compartir con sus miembros muchas horas de nuestro día a día. Las organizaciones están formadas por personas, personas con sus emociones, motivaciones y objetivos, lo que hace que no estén exentas de cierta complejidad a la hora de plantear las relaciones. 

Nos puede gustar lo que hacemos, y sin embargo nos puede agriar nuestra labor la relación que tenemos con otros miembros, ya sean compañeros, empleados, clientes, proveedores o superiores. O podemos estar menos motivados con un proyecto concreto pero las personas con las que lo compartimos nos impulsan a sacar lo mejor de nosotros mismos transmitiéndonos ilusión. Por ese motivo, y en los últimos tiempos, las empresas han entendido que tienen que poner en el centro a las personas que forman parte de ellas para que el engranaje sea perfecto. “La realidad es que nada es solo, todos formamos parte de un sistema. Por tanto somos individuales y formamos parte de un colectivo”, nos dijo mientras puso de ejemplo una manzana. 

A lo largo de nuestra vida formamos parte de diferentes sistemas como la guardería, el colegio, nuestra familia, un grupo de amigos, una organización empresarial… No podemos ser sin entender la relación con las partes. “El reto de no trabajar solo es el de trabajar dentro de un sistema que es un conjunto de partes que tienen una relación en torno a un vínculo, a un propósito que nos mantiene como sistema”, nos dijo David Jurado.

Delegación, motivación e implicación del equipo son quizás los tres grandes retos que los que nos encontramos dentro de las organizaciones.

Rosa García, asesora de banca privada en Banco Mediolanum 

Juan de Dios Serrano, psicólogo experto en parejas y duelo y Victoria Sánchez de Mora, psicóloga. Colabora con la universidad de Málaga con el master de gestión del profesorado. Lleva una empresa de gestión inmobiliaria.

“Para mi el reto de no trabajar sólo supone entender mi posición en el sistema profesional del que formó parte para no dejarme influir por las tensiones (actuales y heredadas) e influir positivamente en el estado de ánimo colectivo y así en el propósito común y en el mío propio”, apuntó.  

 

David Jurado compartió con nosotros como trabajando por cuenta ajena había sentido la necesidad de mayor autonomía y aquello le llevó después de tres años de darle vueltas a comenzar un nuevo camino como autónomo. “Pero me faltaba la parte de trabajar en equipo y me sentí aislado. Pasé de la dependencia a la independencia. Y en esa independencia renunciaba a muchas cosas, te faltan esos complementos que te aportan los demás. Por eso la clave es llegar a la interdependencia. Es el nivel donde el conjunto da el máximo”. 

Sobre todo esto nos hizo trabajar y reflexionar a través de ejercicios. El primero era identificar nuestra posición dentro de nuestros sistemas actuales. Porque cada sistema puede tener otros sistemas según los equipos con los que nos relacionemos, los distintos niveles que encierra ese conjunto: “Dentro de una “empresa” conviven distintos sistemas: empresa; departamento; zona/oficina; cuenta de cliente; línea de producto; proyecto…“. 

Una vez definidos los sistemas había que identificar nuestro estado de ánimo ante cada uno de esos sistemas y el estado de ánimo que percibimos en cada uno de esos colectivos. Para ello nos sugirió cuatro etiquetas: Entusiasmo, serenidad, resignación o resentimiento. Todos nos influyen y nosotros influimos dentro del sistema en mayor o menor medida. 

Daniel Sánchez es cofundador y socio director de Windup School, Startup Astronauts, Sacculi Bags, SION Ciberseguridad, entre otras. Es profesor y ponente en escuelas de negocios. Especializado en operaciones corporativas, rondas de financiación y estrategias de empresas.

Juan Miguel Jurado, además de ser hermano de David, es Director Financiero en Becton Dickinson Dispensing Spain

“Es importante nuestra percepción y juicio sobre nuestra capacidad de cambiar las cosas. Y también es importante el nivel en el que asumo mi responsabilidad al respecto, la asumo o la dejo para otros”, nos dijo para que lo tuviésemos como medida para elegir esos estados de ánimo. 

“Mi juicio sobre mi sistema y mi papel dentro de él, la responsabilidad que tomo, a su vez condiciona mi estado de ánimo que se ve condicionado a su vez por el del conjunto. Cuanto mayor sea mi capacidad de influir en el sistema, mayor responsabilidad tengo en que ese estado de ánimo permanezca o se modifique”, puntualizó.  

Ubaldo Bartolomé, es ingeniero y trabaja en la empresa familiar, Bartolomé Consultores 

Jurado se detuvo en hablar de la empatía dentro de las diferentes relaciones que establecemos y en cómo todos influimos en todos dentro de los sistemas a los que pertenecemos. 

“Los sentimientos primarios se caracterizan por ser intensos, son breves —duran poco—, provocan empatía y llevan a la acción. Por el contrario, los sentimientos secundarios son más «sordos», se prolongan, no generan empatía sino, más bien, un deseo de ayudar que suele ser vano, y mantienen en la inacción, inmovilizan”, continúo.

El segundo ejercicio que nos propuso fue el de dibujar uno de los sistemas que habíamos definido, en el que más nos interesase profundizar. En el dibujo había que representar las partes del sistema, las relaciones – vínculos y el propósito del sistema, y todo sin emplear palabras. 

Tras concluir el ejercicio pidió que los participantes se intercambiasen los dibujos por parejas y escucharan la interpretación que hacía la otra persona sobre nuestro sistema. Las preguntas que debíamos contestar del sistema que había dibujado nuestro compañero eran: “¿Qué nos dice la imagen? ¿Veis a alguien excluido en ese sistema? ¿Quién o qué parte manda en ese sistema? ¿Quién da más y quién recibe más en esa representación?”.

Pilar Muñoz, en estos momentos se encuentra en un paréntesis profesional y se está formando para reciclarse. (A la derecha)

Cecilia Lamothe asesora en FIATC Seguros

 

“Los sistemas responden a una serie de leyes naturales que no son ni morales ni éticas. Cuando las conocemos nos permite observar la realidad de una forma distinta”, continuó David desarrollando estas leyes naturales. 

Hay una serie de meta principios básicos que hay que tener presente, aunque no nos guste: 

1.- “Reconocer lo que es”: no negar la realidad, el primero es el primero, lo que ha pasado ha pasado: lo que aparece en una organización es la mejor solución que ha encontrado el sistema hasta ese momento. Este punto nos habla de aceptación. Dentro de esto hay varios puntos que debemos tener en cuenta. 

a.- Afiliación. Quién forma parte y quién no. No se puede ignorar a las personas que forman parte del sistema. 

b.- Cronología. Lo que llegó primero llegó primero. Hay organizaciones que no respetan esa antigüedad, pero el que está primero hay que reconocer que está primero en la organización.  

2.- Recordó que hay otro principio natural en los sistemas que es la Jerarquía. Si no la reconozco influye de manera negativa en el sistema. 

“Precedencia del desempeño o “principio de compensación”: Hay que reconocer quién está dando más. El que da más tiene que tomar más, que es un matiz diferente a recibir más. Tiene que haber un equilibrio entre dar y tomar”, dijo a este respecto. 

Fran Gallardo, Periodista becario en Chispitas Media

El equilibrio no tiene que ser total. Muchas veces esperamos recibir un poco más. Cuando este poco más es negativo entramos en un círculo negativo. 

“A veces los desequilibrios son “inevitables” sobre todo entre sistemas (dejo una empresa o equipo porque asciendo o me fichan…) y generan sentimientos individuales y sistémicos de culpa”, apuntó. 

La culpa es el tema que trataremos en nuestra próxima sesión de Profesionalmente de manos de Belén Ceballos. Será el 8 de marzo.

Una vez teniendo claro el funcionamiento del sistema y nuestra posición dentro de ella nos pidió que volviésemos a nuestro dibujo y analizásemos si hay una mejor posición para nosotros dentro de ese sistema. El siguiente paso era imaginar que supone pasar de la posición actual a la nueva. Para llegar hasta ahí hay que pasar a la acción y dar un paso hacia delante. Contestar a estas preguntas que nos facilitó nos pueden ayudar a dar ese paso: “¿Cuál es el primer paso que vas a dar para avanzar hacia la nueva posición? ¿Para qué?, ¿Qué? , ¿Cuándo?, ¿Con quién?, ¿Cómo?,…… 

Cerró la ponencia con un texto de Guillermo Echegaray del libro ‘Empresas con Alma, empresas con futuro’: 

 “La mayor parte de las propuestas de hacer más humanas las empresas surgen desde un planteamiento individual —yo quiero y puedo ser más feliz— y ético —las desigualdades, los daños al planeta, etc. ya no se sostienen—. En cambio, la perspectiva sistémica quiere ayudar a que nos demos cuenta de que estamos más conectados de lo que creemos. Y que si aprendemos a mirar con ojos nuevos esas conexiones, a entender de manera distinta los problemas y situaciones que acontecen en el mundo de la empresa y a actuar sobre ellos con otras claves, tal vez seamos capaces de superar la brecha que el gran Gregory Bateson señalaba cuando decía que «los problemas mayores del mundo son el resultado de la diferencia entre cómo funciona la naturaleza y lo que el ser humano cree». 

Gran parte del los problemas sistémicos se resuelven con dos palabras fáciles de decir y no siempre tan fáciles de practicar: Reconocimiento y agradecimiento. “Se lo escuché a un hombre sabio hace unos años. Decía que hay tres formas de transformar el mundo: desde la ideología, desde la ética y desde el agradecimiento. Pero quienes transforman el mundo desde la ideología, crean rivalidades entre los que son de los míos y los que no lo son. Quien transforma desde la ética acaba creando rigideces de cómo tienen que ser las cosas. Sin embargo, quien se pone a transformar el mundo desde el agradecimiento, lo hace poniendo en marcha su corazón. Y si el corazón bombea, eso crea vida”, siguió leyendo. 

 

Así concluyó la sesión que vivimos en The Top Málaga. Tras eso llegó la segunda parte de Profesionalmente en Restaurante Matiz. 

Allí hubo oportunidad de charlar con David Jurado y exponerle dudas sobre la sesión o nuestra empresa. También fue el momento de conocernos mejor y de disfrutar de los sabores de Matiz. 

 Ana Paneque, Comercial de Gallery Hotel 

En Matiz se incorporó Myriam Ortíz, Directora del Hotel Molina Lario

 

El aperitivo

 

Momentos

Agradecimientos

Gracias a David Jurado por guiarnos en esta sesión, gracias a todos por venir y participar y gracias, una vez más,  a todo el equipo de Hotel Molina Lario.

Próximos eventos

Entradas e Información Business&Brunch->aquí

Entradas e Información ProfesionalMente-> aquí

Todas las sesiones de Profesionalmente son de 12:30 a 14:30 e incluyen aperitivo en Restaurante Matiz. 

Redacción: Ana Porras  Fotografía: Manuel Martos

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